SOÑANDO CONTIGO



Son las 7 de la mañana, es lunes y el despertador me "grita", haciendo que vuelva a la realidad del comienzo de la semana y a la vuelta al trabajo...

"Qué rabia", pensé nada más abrir mis ojos...

Se había acabado ese periodo de tiempo diario en el que las personas gozamos, disfrutamos y sentimos nuestros deseos...que mediante el sueño los hacemos más cercanos, convirtiéndose en prácticamente reales.

El día anterior, como acostumbrábamos, nos volvimos a encontrar, a través de nuestras palabras, en la noche...
Letras, palabras y oraciones que nos incendiaban....siendo nuestras risas, la chispa y nuestras provocaciones, el fuego que crecía cada vez más conforme transcurría la conversación...terminando, como siempre, deseándonos por completo.

Me acosté excitada y quise tenerte muy cerca....imaginándome que estabas a mi lado, enroscada en tus brazos, dejándome llevar por la dulzura de tus besos y perdiéndome en la calidez de tus ojos color chocolate...mientras tus manos y tus labios exploraban cada rincón de mi cuerpo...

Eso hice...cerré los ojos ya en la oscuridad de mi dormitorio...estaba tendida en la cama, sólo un camisón de tela muy fina me cubría...

El dedo índice de mi mano izquierda se acercó a mi boca, acariciando mis labios como si de los tuyos se tratara....despacio, lentamente, sintiendo las mismas sensaciones que me producen tus besos...tranquilidad a la vez que agitación...

Mis ansiosos dedos descendieron por mi cuello, rozándolo apenas...el hecho de que me imaginara que fueras tú me estaba volviendo loca...lo que provocó que, por necesidad, me deshiciera de la ropa que llevaba...

Ambas manos recorrieron mis hombros para desembocar en la zona pectoral...la que antecede a los senos...acaricié el valle que se encuentra entre ellos para posteriormente dedicarme a las jugosas frutas, que deseas probar de nuevo...

Imaginándome que era tu boca y tus dientes los que me saboreaban....pellizcaba mis pezones que estaban, por la excitación, duros y erectos...

Esa sensación de breve dolor placentero, provocó en mí un encendido suspiro.

El roce de la zona superior de mis manos en mis costados, en mi cintura y en mi cadera provocaban excitantes escalofríos...eran tus labios en mi imaginación los que realizaban ese descenso hacia mi abdomen y mi vientre, sintiendo la calidez de tu aliento...

Irremediablemente...sentía que una ola de calor húmedo se apoderaba de mí...
Necesitaba calmar esa sed, ese fuego  que me estaba torturando agradablemente...
Las yemas de mis dedos correteaban lujuriosos por mis muslos desembocando en mis labios inferiores dentro de los cuales fluía un abundante torrente...

Traviesos peces comenzaron  a nadar en ese río, que el hecho de  pensar en ti  había provocado....inundando toda la ribera del mismo...
Parte del caudal, cálido y húmedo, fue transportado hacia ese monte, cuyo efecto al conquistarlo produce un sublime placer...

Era mi imaginación la que convertía mis dedos en tus labios, coronado y haciendo vibrar esa roca, que en aquel momento se encontraba erecta y sensible a cualquier roce; en tu lengua, bebiendo del manantial que renacía de mi excitación.

Todo mi cuerpo acompañaba el ritmo de mis caricias, de la melodía acalorada que surgía de mi garganta...
Me incorporé, me situé de rodillas sobre las sábanas...fantaseaba con que tus piernas estaban entre las mías...nuestras geografías se rozaban, sentía tu excitación ardiendo muy cerca de mí.

Conforme mi agitación crecía, mi mano derecha acariciaba mi seno, para posteriormente adentrarse en mi sima, mi cadera y mis nalgas danzaban un vertiginoso baile...

Al llegar al culmen del placer, mi espalda se arqueó, las cosquillas irrestibles en mi interior detuvieron la danza de mi cuerpo y de mis cuerdas vocales surgió un ahogado gemido, cuyos efectos continuaron segundos después como si del eco se tratara...

Tras la agitación, una placentera relajación invadía mi ser.
Tendida en la cama....las sábanas acariciaban mi cuerpo desnudo...cerré los ojos y caí irremediablemente en el regazo del dios Morfeo...

Un beso dulce, suave y lento comenzó a despertarme, en sueños; el  susurro de una voz familiar  muy cerca de mí provocó, que aún estando  cerradas mis pupilas, se abrieran...para clavarse posteriormente en una cálida mirada...

El rostro, dueño de esa calidez, que se inclinaba sobre mí, se fue haciendo cada vez más nítido...encontrándome de nuevo contigo...
Nos encontrábamos tendidos en la alfombra verde de un claro boscoso...podría ser verano o finales de la primavera ya que vestíamos ropa fresca y el ambiente se respiraba caluroso, pero agradable...

Estábamos uno enfrente del otro apoyados en nuestros costados; una de tus manos, dibujando mi cintura, mi cadera y parte de mis piernas, te unía a mí; mientras mis dedos acariciaban suavemente tu cuello, tus mejillas, tu mentón y tu cabello, creando un lazo entre tu y yo.
Conversábamos, como lo hicimos esa noche, convirtiéndose en sonidos nuestras palabras; en ardientes, nuestras miradas y en fuego, nuestras caricias...

Todos los sentidos se agudizaron...la vista, percibiendo como me desnudabas con tus ojos; el tacto...a través de la delicadeza de tus dedos en mi piel, haciéndome estremecer en cada mimo; la suavidad y el calor de tu cuerpo al abrazarnos; el gusto, deleitándonos con el dulce roce de nuestros labios; el olfato, reconociendo el perfume de nuestro ser.

Conforme nuestros oídos gozaban de nuestras voces...poco a poco, casi de puntillas, tus manos bailaban entre los botones de mi blusa...y en cada silencio de nuestra sinfonía, la partitura de mi piel se iba quedando desnuda...sobre la cual componías compases de tiernos a la vez que apasionados besos.

Mis dedos correteaban debajo de tu ropa...buscando oasis sensibles a mi tacto...tacto que se derretía al contacto con tu pecho...y tú con él.
Me deshice velozmente de tu camiseta, necesitaba mimarte con mis labios...lentamente... para que sintieras cada caricia con toda su intensidad ...

Te inclinaste sobre mí...estaba acostada boca arriba...nuestras manos se entrelazaron, tus labios se acercaron a los míos varias veces, rozándolos dulce y suavemente...

Sentía el calor de tu cuerpo  en mi piel semidesnuda, el ritmo de nuestras respiraciones se fundía en una sola y tu boca revoloteaba en mí como una mariposa en busca del néctar de los rincones descubiertos de mi anatomía...libabas las flores de mi cuello, de mis senos (aún cubiertos), de mi vientre...

Tus ágiles dedos desabrocharon mi falda...y tus labios seguían descendiendo por mi geografía, acompañados por tus manos que retiraban mi ropa...mis piernas quedaban desnudas cubiertas por el vestido de tus besos...

Estabas a mis pies, cuando me incorporé, sentándome de rodillas frente a ti...nuestras miradas se volvieron intensas, fundiéndose nuestros iris.... dilatándose nuestras pupilas...diciéndonos todo en silencio...
Nuestras cabezas se ladearon, nuestros ojos se cerraron y nuestras mieles se unieron...mientras tus brazos me arropaban debajo de la blusa y mis dedos jugaban traviesos en tu nuca y en tu cabello.

Poco a poco conforme acariciabas mi espalda, me fuiste despojando de la tela que me cubría...resguardándome del tímido aire con tus mimos...

Al mismo tiempo...deseé que la piel de tu pecho se derritiera  de nuevo en mi boca...hice tu cuello, tus hombros, tus pezones, tu abdomen completamente míos. Sin embargo, necesitaba poseer más de ti...sentía tu cálido deseo tan cerca que anhelaba descubrir ese excitante regalo...

Acaricié tu excitación por encima de ese fresco y cómodo pantalón que vestías...solamente tenia que deshacer el cordoncito de la cinturilla y deslizarlo con mis manos por tus piernas estando los dos en igualdad de condiciones...

Aún seguíamos de pie...tus brazos me atrajeron hacia ti como si de un imán se tratara...nuestros seres estaban tan cerca que percibíamos el pulso cardiaco que bombeaba la sangre locamente…

Tus manos acariciaban mi espalda...tus dedos jugaban traviesos con los tirantes de mi ropa interior provocando su descenso...tus labios volvían a posarse en mis hombros y en la piel que se iba descubriendo de mis senos...para, por último, al deshacerte de la tela que me cubría, saborearlos por completo...sintiendo en mí ese breve dolor placentero en mis pezones...

Tu boca recorría ardientemente un camino, que, aunque era conocido, siempre te resultaba novedoso por las sensaciones que a ambos nos producían...
Descendía vertiginosamente tu lengua por mi vientre, provocándome cosquillas en mi ombligo...

Al llegar a mi pieza inferior y mientras tus manos descansaban en las tiras de ella, tu miel me besó en ese territorio invocado a Venus aún cubierto...y tus dedos provocaron que el tejido se deslizara por mis piernas y tú con él...quedándote de rodillas frente a mí...besando mis muslos y ascendiendo hacia mis ingles...

Percibías mi humedad a través de tu tacto...que había aumentado con tus caricias... Deseabas beber el manantial de mi interior...
Buscaste entre las columnas del templo de Afrodita, el altar en dónde adorarla...una vez encontrado...tus labios acariciaron dulcemente la fuente ritual donde el líquido deseado comenzaba a brotar... saciando tu sed...a la vez que de mi boca fluían excitados suspiros..
.
Te deseaba cada vez más...lo que sentía en mí....me estaba volviendo loca...
Tras inundarme por completo...te pedí que te levantaras...mientras nuestras lenguas jugaban...mi mano furtivamente se escondió en tu boxer...el roce con la piel produjo un chispazo de placer en ti...
Me deshice del obstáculo que impedía que tu pasión se desbordase...sintiendo su calor, su suavidad y su consistencia entre mis manos...

La palma de mi mano acarició circularmente la húmeda y suave cumbre del volcán...el roce provocó un estremecimiento en tu cuerpo y de tu boca broto un cálido suspiro...

Mis labios lo quisieron mimar...y mi lengua lo quiso disfrutar como hacen las nubes cuando se encuentran cubriendo las montañas...Una juguetona lengua coronó  tu Vesubio, rociándolo de  humedad, haciéndote sentir millones de cosquillas excitantes....

La niebla de mi boca comenzó a adentrarse en él...acariciándolo dulce y lentamente como si de un delicioso helado se tratara...saboreando cada milímetro de piel, activando cada nervio y aumentando la temperatura de cada poro...

Las laderas eran también disfrutadas por mi gusto...de abajo hacia arriba, eran nebulizadas por mi músculo travieso...para volver a introducir tan excitante manjar en mi cavidad bucal.

En este momento, mis caricias se volvían aún más intensas...aumentando su velocidad...haciendo y deshaciendo el viaje de ida y de vuelta, provocando una enorme tensión en tu ser que necesitaba ser relajada...

Los movimientos sísmicos en tu interior se volvieron cada vez más violentos conforme mis labios ascendían y descendían velozmente, produciendo sonidos de placer en tus cuerdas vocales, brotando  de tu volcán una ardiente lava en mi cuerpo...quedándote enormemente relajado...

Tus labios acariciaron mi frente....

Son las 7 de la mañana, es lunes y el despertador me "grita", haciendo que vuelva a la realidad del comienzo de la semana y a la vuelta al trabajo...


Comentarios

Little Kiss ha dicho que…
Me encantan estos sueños. MMMMMMmmmmm!

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