UNA FANTASÍA


 No sé dónde, ni en qué momento me encontraré contigo...quizá en tu preciosa ciudad, en la mía o en uno de los maravillosos lugares a los que viajas de vez en cuando por motivos de trabajo...
No lo sabes aún, pero me encuentro en la habitación contigua a la tuya en el  hotel en el que te alojas...tu mirada se ha cruzado con la mía, este mediodía, en unos segundos se han mantenido fijas, ambos en silencio... hasta que, de nuestros labios, tímidamente ha salido un hola. Tú te dirigías a tu trabajo y yo regresaba de darme un baño en la playa.... "Ese rostro me es familiar, lo he visto antes...pero es imposible que sea ella", pensaste intrigado.

Durante la tarde te entretuviste en recordar mi imagen, en averiguar si realmente era yo y por qué me encontraba allí. Tu mente me dibujaba:....una insinuante y corta túnica en tonos turquesas  que dejaba adivinar las dos piezas que conformaban mi bikini..., mis piernas prácticamente desnudas, un rostro relajado y con el color aportado por el sol, unos labios jugosos y brillantes que conformaban mi sonrisa, mi mirada oculta detrás de unas gafas de sol  y mi pelo aún húmedo....
Esa visión te atraía inquietándote aún más dejando volar tu imaginación.



Alrededor de las ocho de la tarde volvías al hotel...te acercaste a recepción para preguntar por tus mensajes recibidos.
Echaste una mirada alrededor, tus ojos color chocolate se pararon en el sillón en el que estaba disfrutando de la lectura de un libro...sin dudarlo, esta vez me reconociste...me observabas ensimismado, aún sin creer lo que estabas viendo....sin embargo, para mí en ese momento pasaste desapercibido...

El recepcionista, de repente, esfumó tu sueño...te volviste a él, recogiste tus comunicaciones...no sin antes informarte en qué habitación me hospedaba.
Creyendo que aún seguía leyendo...te dirigiste hacia mí...
....ya no estaba...
Subí a mi habitación y me dispuse a darme un baño de espuma....relajándome mientras escuchaba algunos temas de jazz...
El haberme cruzado contigo anteriormente, me había producido cierta excitación...y más el saber que estábamos tan cerca...
Cerré los ojos y comencé a imaginar....:

Estabas en la puerta del baño, observándome como me bañaba...como la esponja acariciaba mis brazos, mis hombros, mi cuello, mis pies y mis piernas lentamente....la espuma solo dejaba ver mis senos como si fueran dos islas en medio del océano....mis manos los limpiaban de una manera muy sensual....en forma circular, muy despacio, pero decididamente, y de vez en cuando pellizcaba mis pezones....

En ese momento, irremediablemente...mis dedos caminaron por mi abdomen hacia mi pubis...demasiada humedad había en esa sima, morbosamente provocada al fantasear con el hecho de que pudieras estar ahí mirándome.
Poco a poco se abrieron mis piernas poniéndolas a ambos lados de la bañera...acaricié suavemente mi clítoris ya excitado a la vez que uno de mis dedos empezaba a introducirse en mi abismo.....moviéndolo al unísono que mis caricias...conforme la agitación se acrecentaba mis gemidos era mas insistentes...

De repente picaste la puerta de mi habitación...me levanté de la bañera, me sequé lo más rápido que pude y me puse una toalla alrededor de mi cuerpo...."Un momento" dije.
Abrí la puerta y allí estabas tú...


Nos miramos sorprendidos...durante unos segundos.... Tus ardientes ojos intentaban imaginar que se escondía debajo de esa corta toalla blanca...de fondo mi voz que te saludaba.
"Qué tal es...tás" te dije, mientras te invitaba a pasar,  pero antes de terminar la frase, un dedo tuyo se posó en mis labios impidiéndome hablar.
En silencio...sin decir nada más...hablaron tus besos en mi cuello, en mi nuca, en mis hombros, habló el calor de tu pecho en mi espalda y tu lengua, secando las gotas de agua que todavía había en ella.
Tus dedos lentamente me desnudaron de la húmeda y única túnica que llevaba...dejándola caer al suelo.
Te situaste en frente de mí...tu boca comenzó a adorar de nuevo mi cuerpo...esta vez, dedicándole los más excitantes mimos, acompañado por tus manos, a mis senos...mis pezones entre tus dientes, se erguían...mostrando mi grado de excitación.
La huella húmeda de tu lengua descendía por mi vientre, mi cintura y mi cadera...provocando suspiros de placer en mí...
Me sugeriste que me sentara en el sillón que había en la habitación....
Tomaste uno de mis pies y posteriormente el otro....y los llenaste de caricias ascendentes de tus labios...desde el talón hasta el tobillo, la parte interior de mis rodillas y el comienzo de mis muslos.
Sentía tu cálido aliento en mis ingles....cuando te perdiste en mi torrente.

Tus labios bailaban en mi clítoris, tu lengua en mi cascada que caía en la gruta del deseo....mientras el camino hacia mi centro del placer se iba abriendo cada vez más, al mismo tiempo, de mis cuerdas vocales, brotaban tímidos gemidos, que conforme la zarabanda, que danzaba tu boca, incrementaba su ritmo se adaptaban a ella resultando cada vez más intensos.
Yo continuaba sentada en el sillón y tú de rodillas frente a mí...
Mi cabeza se inclinó hacia tu cuello, empecé a besarlo y mordisquearlo suavemente así como el lóbulo de tus orejas....mis manos en ese momento estaban entretenidas en desabrochar ansiosamente tu camisa para moldear tu torso a través de  mis caricias...
Tus brazos me tomaron de la cintura de tal manera que los dos caímos en la moqueta de la habitación...con lo que pude deshacerme con facilidad del resto de tu ropa.
Sentía todo el calor de tu cuerpo debajo del mío, tu perfume, tu respirar, tu pulso cardiaco y tu fuego...dentro del refugio de tu abrazo.

Nuestros labios se buscaban, bailando al ritmo de un tango sensual, lento...sintiendo y disfrutando de todas las sensaciones que despertaban en nosotros...
Me deslice por tu cuerpo...hasta que mis senos a modo de un ardiente abrigo resguardaron tu sexo...mimándolo al extremo con caricias suaves y posteriormente decididas,...mimos a los cuales respondías con excitados suspiros...
Pero, mi camino de descenso no había acabado...mi boca deseaba el tacto firme de tu ardor....y darle aún más vida.

Mi lengua jugaba con la cumbre de tu volcán en forma circular, a la vez que mis dedos acariciaban las laderas anterior y posterior, así como las laterales...
Mi boca quería lamer ese helado que tenía entre mis manos...humedeciéndolo en su totalidad...los efectos de mis caricias en tu voz eran cada vez mayores...
Tu cuerpo abrasaba....deseabas intensamente explorar mi paraje prohibido y descubrir sus tesoros....internarte en mí...

"Gírate", me susurraste. Mi espalda estaba unida a tu pecho, mis senos atrapados por tus manos, tus labios volviendo loco a mi cuello.
Nuestra geografía que se encontraba más al sur se atraía....
Me elevaste sobre ti...y poco a poco me fuiste sentando en una singular silla de tortura muy placentera.
El roce de nuestros fuegos acrecentaba la excitación...
Tus brazos y tus manos ayudaban a que la danza que bailábamos se volviera cada vez mas agitada...
La locura se apoderaba de nosotros....tus besos se convirtieron en suaves mordiscos, mis manos sujetaban las tuyas fuertemente... las convulsiones de nuestros cuerpos anunciaban un intenso clímax al unísono culminado por una extasiada tensión, dejándome, posteriormente, caer a tu lado, relajada y refugiándome en tu abrazo.

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